Si tiene dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormido, o se despierta sintiéndose cansado, podría ser el momento de hacer un inventario de lo que está comiendo y cuándo.
Conozca ocho hábitos dietéticos que pueden hacer que, de vueltas y vueltas, así que evítelos para que pueda dormir sin interrupciones:
1. Consumir demasiada cafeína
La cafeína puede interferir con el sueño incluso cuando se consume hasta seis horas antes de acostarse.
La cafeína interfiere con la acción de una sustancia química conocida como adenosina, que tiene propiedades sedantes y se acumula en el cerebro para enviar señales de sueño. El compuesto estimulante también puede interferir con los ritmos circadianos, lo que puede retrasar el inicio del sueño.
Además del café, la cafeína se encuentra en el té, los refrescos, las bebidas energéticas y el chocolate.
2. Comer grandes comidas
Una comida abundante y pesada puede causar hinchazón, lo que dificulta conciliar el sueño o permanecer dormido.
La grasa tarda más en digerirse y puede causar molestias al acostarte. Trate de evitar las comidas ricas en grasas para la cena y espere al menos dos horas después de comer antes de acostarse. "Y no se limite a sentarse en el sofá y ver Netflix (después de comer), haga algunos estiramientos y muévase un poco", dijo Vandana Sheth, nutricionista dietista registrada con sede en California que brinda asesoramiento sobre dieta y hábitos de sueño saludables a su clientela.
Si le da hambre antes de acostarse, "un refrigerio ligero y bajo en calorías puede ayudarle a reducir los dolores por el hambre que pueden interrumpir el sueño", señaló Gary Zammit, director ejecutivo del Instituto de Trastornos del Sueño en la ciudad de Nueva York.
3. Consumir demasiada azúcar
Evite los bocadillos que contengan mucha azúcar a la hora de acostarse, que podrían interrumpir el sueño. "La investigación sugiere que la alta ingesta de azúcar puede predisponer a las mujeres posmenopáusicas a los sudores nocturnos" indicó Nancy Z. Farrell Allen, nutricionista dietista registrada con sede en Virginia y portavoz de los medios nacionales de la Academia de Nutrición y Dietética.
4. Alimentos picantes
Los alimentos picantes pueden contribuir a la acidez estomacal, dificultando conciliar el sueño y causando malestar durante la noche. Limite o evite los chiles, el curry y otros alimentos picantes.
Además, los alimentos muy ácidos, especialmente las bebidas, pueden contribuir a que se despierte en la noche, explicó Zamitt.
5. Alcohol
Tomar una copa de vino o una copa puede ayudar a conciliar el sueño, pero beber antes de acostarse puede perturbar el sueño durante la noche, expresó Farrell Allen. "Puede obstaculizar la cantidad de sueño profundo que obtenemos, aumentar esos viajes nocturnos en medio de la noche al baño y deshidratarnos, lo que resulta en un dolor de cabeza".
"Limite el consumo de alcohol a altas horas de la noche a una o dos porciones estándar, intercaladas con agua, y ciertamente deje de consumirlo unas horas antes de acostarse para que su cuerpo tenga tiempo de procesar estas bebidas" agregó Farrell Allen.
6. Demasiados líquidos
El consumo de grandes cantidades de cualquier líquido por la noche puede aumentar la frecuencia de la micción, lo que contribuye a despertarse durante la noche. Trate de evitar los líquidos cerca de la hora de acostarse para ayudar a garantizar una noche de sueño ininterrumpida.
7. Tener kilos de más o de menos
Además de estos malos hábitos, tener un peso corporal excesivo puede aumentar el riesgo de apnea del sueño, que puede afectar la capacidad de respirar por la noche y perturbar el sueño, explicó Sheth. "Un índice de masa corporal alto es el factor que predice más significativo de si alguien será diagnosticado o no con apnea del sueño" declaró Zammit.
También señaló que aquellos que son demasiado delgados pueden experimentar interrupciones en el sueño. "Las personas con anorexia o bulimia, que tienen un peso muy bajo, a menudo tienen un sueño fragmentado, parecido al insomnio", dijo.
8. Restringir las calorías durante el día
Algunas personas que restringen severamente las calorías durante las horas del día se recuperan por la noche y consumen alimentos en las horas antes de dormir y durante el período de sueño, lo que puede contribuir a las alteraciones del sueño, explicó Zammit. "Si a las personas les da por comer de noche, deben hablar con sus médicos sobre su plan dietético", agregó.
Sin duda puede ser difícil cambiar de hábitos, pero los cambios valdrán la pena a largo plazo.
Fuente: CNN en español
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