“Hay genios sin estudios y hay idiotas con doctorados, la verdadera
sabiduría no la otorga un título, sino lo que haces con lo que has aprendido
a lo largo de tu vida y la manera como tratas a los demás”
El pasado 2 de abril del presente año, ocurrió un hecho que debería ser
materia de investigación profunda y si es del caso aplicar la sanción
administrativa disciplinaria correspondientes, por la omisión, la falta de
prudencia, diligencia y cuidado del plantel educativo HANS DREWS
ARANGO de la ciudad de Pereira, al permitirle a los alumnos que en su
mayoría son menores de edad, interactuar durante más de 15 días en
ambas jornadas con un desconocido de quien no se verificaron ni
credenciales, ni intenciones, ni motivos que permitieran su permanencia en
la institución educativa y menos que realizara actividades junto a los
menores de edad.
Los menores de edad de la institución, fueron los primeros que manifestaron
una desconfianza frente a la presencia de un presunto teniente que los
acompañaría en sus clases de educación física y en supuestos talleres y
capacitaciones que comenzaría a impartir, las inquietudes y preguntas de
los jóvenes al individuo no se hicieron esperar, muchas de estas sembraron
dudas en ellos y muchos le transmitieron sus inquietudes y preocupaciones
a sus padres, quienes alarmados y alertas decidieron investigar la situación.
Fue así como el pasado 2 de abril y después de más de 15 días de
interacción con los (niños as), que este hombre fue capturado, pues no
hacia parte de ninguna unidad militar, pero como se presentó este
incidente; al parecer y según lo relata la misma rectora de la institución, ella
habría elevado una solicitud al Batallón San Mateo para que algunos
militares acudieran al colegio a realizar actividades con los estudiantes y ¡oh!
¡sorpresa!, como por arte de magia y como si todo fuera tan simple, al día
siguiente apareció en la institución Juan Carlos Ospina Ortiz; así las cosas, en
este punto, queremos hacer un énfasis en que el Ministerio de Educación ha
recordado, a través de diferentes conceptos, que los docentes y directivos
son responsables por sus alumnos en todo aquello que ocurra en la
respectiva institución educativa o fuera de ella cuando los alumnos están
bajo su cuidado, entonces como es posible que esta honorable funcionaria
no se haya tomado el tiempo de verificar y constatar la información y que
de manera imprudente y acelerada permitiera que los menores de edad
compartieran con un desconocido.
Si los alumnos ya se encuentran expuestos a diferentes ambientes de riesgo
y en donde los docentes y directivos son corresponsables de lo que a ellos
les ocurra, hubiera sido entonces necesario que se presentara una tragedia
para así endilgar algún tipo de responsabilidad por semejante omisión,
porque las autoridades competentes, los jefes de núcleo, la secretaria de
educación municipal si es del caso o departamental dependiendo del
nombramiento de la funcionaria, no han tomado cartas en el asunto,
porque tanto silencio, porque no se sabe nada de la apertura de una
investigación, ni dan las explicaciones pertinentes a los padres de familia
frente a semejante despropósito, porque no se ha remitiendo el caso
directamente a la procuraduría de ser necesario para el caso, por la
vulneración de dicha funcionaria en su deber objetivo de cuidado con los
menores de la institución, quienes entonces son los responsables y pueden
garantizar la seguridad de los menores de edad en los planteles educativos
si se están presentando esta clase de descuidos, que otras cosas quedan en
silencio dentro de las aulas y el claustro académico que no salen a la luz y
que nuestros hijos no denuncian, donde están las medidas de control y
seguridad.
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