Los 16 de abril de cada año se conmemora el Día de la Sombrilla Azul, una campaña internacional que busca generar conciencia sobre la necesidad de proteger a los niños y adolescentes varones de la violencia sexual, la explotación y el abuso. Los niños también son vulnerables y se hace un llamado para profundizar la discusión y reflexión sobre esta realidad que tiende a minimizarse como consecuencia de normas sociales y creencias que pueden exponerlos ante la ausencia de medidas de prevención.
Días antes de esta conmemoración, el mundo entero rechazó la imagen del líder espiritual del Tibet, Dalai Lama en la que besa en la boca a un niño y le pide que le lama la lengua. Este caso reavivó la problemática sobre el abuso sexual contra menores en entornos que en teoría deberían ser protectores de la niñez, como lo es estar con personas reconocidas por su espiritualidad, humanismo y liderazgo religioso. Los abusos de niños en manos de líderes religiosos volvieron a estar en la agenda mediática.
Aunque varios medios y opiniones explicaron que mostrar la lengua es parte de una tradición como señal de respeto, ninguno hizo referencia a succionar la lengua de alguien. El sitio oficial del Dalai Lama publicó un pronunciamiento en el que pide disculpas. “Su Santidad desea disculparse con el niño y su familia, así como con sus muchos amigos en todo el mundo”, “Su Santidad a menudo se burla de las personas que conoce de manera inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras. Él lamenta el incidente”. Sin embargo, podríamos preguntarnos si estas bromas o actos de profundo respeto se han hecho a otros jefes de Estado o adultos reconocidos. ¿Por qué a los niños?
En general, los niños son criados bajo la creencia de que deben ser fuertes y aguantar y esta realidad no se encuentra suficientemente visible en las estadísticas oficiales, como para poder generar políticas públicas que atiendan a esta población. Un estudio realizado en el 2029 por la organización Family for Every Child, con datos de 24 países, identificó un rango de prevalencia de abuso entre el 3% y el 17% para los niños en comparación con el 8% y el 31% en las niñas
En Pereira y por tercer año consecutivo, la Fundación Taller de Vida como miembro de la alianza global de 23 organizaciones en 20 países conocida como “Family for every child” (Una familia para cada niño) ha convocado un encuentro de sensibilización en el Cerro Canceles liderando esta campaña que busca generar compromisos entre los líderes de la región y acciones concretas de política pública para abordar esta problemática.
PD- No dejo de pensar también en las niñas indígenas que sufren mutilación genital bajo la excusa de la cultura, autonomía indígena y el silencio institucional. ¿Quién le da prioridad en lo local a niñez?
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