Sin orden de un juez, sin denuncias por venta de estupefacientes, sin que nadie la tuviese investigada o identificada como olla de drogas o mercado de estupefacientes, sin que jamás allí se hubiese vendido un cigarrillo, su único pecado, ser una casa de tres pisos en esterilla y estar con orden de demolición por amenaza de ruina, algo muy diferente a lo que fabricaron, un supuesto “expendio de drogas y delitos de gran impacto”, “que atormentaba la vecindad por 10 años”, valiéndose de la orden de demolición, la “inteligencia” de la Policía Metropolitana de Pereira, armó un libreto donde, como denuncian los afectados, con engaños entraron el jueves a la casa en cuestión ubicada en el Barrio La Libertad, metieron indigentes y cámara en mano, grabaron un supuesto expendio de venta y consumo de drogas, la “típica olla” y así la presentaron el viernes al Ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, y demás autoridades. Hoy con documentos mostramos que no era ni fue nunca una olla de drogas, que estaba con orden de la Alcaldía para demoler por deterioro, y que ahora esta familia ha sido estigmatizada, y señalada como peligrosos delincuentes y traficantes de estupefacientes.

¿Qué tienen para decir General Sandra Patricia Hernández Garzón, comandante de la Regional 3 de Policía,  Coronel Aníbal Villamizar Serrano, comandante de Policía Metropolitana de Pereira, y el Mayor Wilmar Delgado Herrera, Jefe de la policía Judicial Sijin?  

Ustedes reunieron en ese sitio a Diego Molano, ministro de Defensa, al Mayor General Óscar Reinaldo Rey Linares, comandante de la 5a División del Ejército y al alcalde Carlos Maya, entre otras autoridades, ¿para presentar como centro de delitos una humilde vivienda habitada hasta hace pocos días por una anciana de 93 años?
Así la presentaron el día de la demolición

“(…) con la demolición de una casa de tres niveles usada para la venta y consumo de alucinógenos, como también otros delitos de gran impacto y que los residentes de este lugar soportaron por más de 10 años”

No es una olla

Metieron habitantes de calle drogadictos

Orden de demolición por ruina no por drogas

La madre de Armando, el dueño de la casa, la habitó hasta hace 20 días cuando la llevaron a un hogar de ancianos.

Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco, muy grave esta denuncia donde involucran una anciana de 93 años y una familia humilde para presentar delitos y ollas de drogas donde no las hay.

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