Yevgueni Prigozhin ha emitido una orden para que los 25,000 mercenarios del grupo Wagner detengan su avance hacia Moscú y regresen a sus bases en Ucrania, con el objetivo de evitar un "derramamiento de sangre" en Rusia.
En un comunicado publicado en Telegram, el líder de la organización paramilitar, Yevgueni Prigozhin, anunció la decisión tras un sábado lleno de tensión, durante el cual los mercenarios de Wagner estuvieron a solo 200 kilómetros de la capital rusa.
Después de tomar el control de la ciudad de Rostov del Don, las fuerzas de Wagner se dirigían hacia Moscú con el propósito de derrocar al Estado Mayor ruso, al cual Prigozhin acusó de bombardear uno de sus campamentos.
En Moscú, que se encontraba en estado de alerta, se llegó a establecer un régimen antiterrorista como medida de precaución.
La decisión de Prigozhin de poner fin a la rebelión y ordenar el regreso de los mercenarios a sus bases en Ucrania representa un giro sorprendente en los acontecimientos, aliviando la preocupación por un posible enfrentamiento violento en la capital rusa.
El retorno de los mercenarios de Wagner a sus bases marca el final de este episodio de tensión en Rusia y ofrece un respiro a la situación política y de seguridad en el país. Ahora resta esperar cómo se desarrollarán los acontecimientos y si se llevarán a cabo investigaciones sobre las acusaciones de Prigozhin contra el Estado Mayor ruso.